Entrevista a Jean-Claude Maleval. Por Marita Manzotti
Entrevista a
Jean-Claude Maleval
Por Marita Manzotti
M.M.: ¿Cómo
fue su encuentro con el autismo? ¿Qué consecuencias tuvo para su práctica?
J.-C.M.: Al inicio de mi práctica, en los años ‘70 y ‘80, me encontré con
autistas en un instituto médico-psicológico, e hice el seguimiento de algunos
en psiquiatría infantil. Eran unos niños
enigmáticos, que me costaba diferenciar de los psicóticos. En aquella época
eran sobre todo éstos últimos los que captaban más específicamente mi atención,
a causa de la investigación sobre “la forclusión del Nombre del Padre”.
A inicios de los años 2000, un niño autista me enseñó mucho en cuanto a la
transferencia y la dirección de la cura. Al final de ésta, convertido este niño
en joven adulto, fue entrevistado durante un coloquio “Affinity Therapy”,
organizado en la Universidad de Rennes 2 en 2015. Él consiguió hacer de su
interés especifico, un oficio: actualmente cultiva y vende plantas carnívoras. Cuando le preguntaron qué recordaba del trabajo conmigo,
respondió que le enseñó a cultivar sus pasiones. Él, algunos otros, y múltiples
controles, me han hecho descubrir que el autismo es bien diferente de la
psicosis y requiere un tratamiento adaptado.
Un grupo de trabajo constituido en 2004 en Rennes ha contribuido mucho a
estimular mis investigaciones. Se ha convertido en un grupo de investigación y
acciones políticas sobre el autismo. Además de estudiantes y clínicos,
participan varios miembros de la ECF (Perrin M ; Grollier M. ;
Borgnis-Desbordes E.) Sus primeros trabajos dieron nacimiento, en 2009, a una
publicación de Presses Universitaires de Rennes: El autismo, su doble y sus objetos. En 2015, el mismo editor
publicó las actas del Coloquio “Affinity Therapy”, durante el cual Owen Suskind
y sus padres vinieron a aportar su testimonio. En 2013, el equipo creó un blog:
autistes-et-cliniciens.org.
M.M.: Teniendo
en cuenta nuestro próximo Congreso Mundial nos interesaría que nos
comentara ¿Qué valor encuentra usted a la juntura de la vida en el cuerpo del
Autista? ¿Cómo lo piensa?
J-C.M.: “El desorden en la juntura más íntima del sentimiento de la vida
del sujeto” es particularmente discernible en el autista. La ausencia de
alienación significante le hace difícil habitar su cuerpo, mientras que su goce
localizado sobre el borde frena la investidura de los objetos. Los autistas
señalan que les resulta particularmente difícil interpretar las emociones. Están
“secretamente atrapados en una afectividad mutilada”, señala Williams; “tienen sentimientos y sensaciones, pero que
se han desarrollado en el aislamiento. No pueden verbalizarlos de manera
normal”.
Ciertos
autistas de alto rendimiento logran una compensación remarcable de su
dificultad para habitar el cuerpo. Conforme con la estructura del signo, la
significación del cuerpo sólo adviene a partir de una representación. Para que
el signo pueda captar la emoción, es necesario que ésta sea puesta en imágenes.
Esto es exactamente lo que describe Harrison: “Los autistas tienen emociones
pero deben importar el sentido de sus emociones a partir del exterior para
poder tener acceso a ellas conscientemente”. De ello resulta que las emociones
son aprehendidas de manera intelectual. “Quiero que me muestren las emociones”,
pide D. Williams a una familia de amigos. […] Gracias a unas líneas y esquemas,
pude ver la escala de la furia, la escala de la felicidad y la de la tristeza.
Sobre estas líneas ellos marcaron las variantes inferiores y superiores:
cansado, ocupado, irritado, agitado, enfadado, encolerizado y furioso.
Intentaron mostrarme cómo cada estado podía traducirse sobre un rostro o
reflejarse en las acciones”. Algunos autistas dan testimonio de una
modificación subjetiva que se traduce por un sentimiento de pertenencia a su
cuerpo.
M.M.: A
partir de las funciones iniciales del borde, ¿cómo piensa usted las
intervenciones del analista, en la dirección de "circunscribir el
agujero, para transmutar en una falta menos inquietante con la que el sujeto
pueda arreglárselas"?
J.-C.M.: A diferencia del psicótico, el autista no tiene el objeto
en su bolsillo, más bien parece que lo guarda en su mano, es decir, que el
control de ese objeto le importa más que nada. La particularidad de este modo
de goce es lo que requiere un “forzamiento suave”. Esto es más que una actitud
educativa, que toma en consideración los intereses del autista, se trata de un
concepto psicoanalítico, que tiene en cuenta que el goce no es tratable sino
por la falta. Debe ser un “forzamiento” porque inicialmente nada lleva al
autista a afrontar por sí mismo la falta, es necesaria la insistencia de los
padres, la presión social y un sufrimiento creciente de su soledad. Williams afirma
que a ciertos niños autistas atrincherados en su encierro, hace falta enseñarles
que “el mundo no cederá, y continuará exigiendo cosas sin cesar”, por eso, para
que ese mundo no permanezca definitivamente cerrado para ellos, ella propone, y
subraya, contra sus “propios sentimientos”, la necesidad de una “aproximación
más fuertemente insistente”. Forzamiento necesario, entonces, pero debe ser
“suave”, porque se trata de tener en cuenta el modo de defensa del autista, el
cual consiste en guardar cierto control sobre el objeto de goce, él necesita
tener la sensación de que no abandona demasiado ese control, de modo tal que la
cesión de goce misma debe ser guardada en la mano. En primer lugar, indica
Williams, para dar al niño el coraje de salir de su soledad interior, se trata de
darle confianza y animarlo aceptándolo tal como es. Es así que podemos
despertar su interés por el mundo, pero, precisa ella, sus primeras
exploraciones, “hay que saberlo, no podrán hacerse más que en las condiciones
que él conoce, las suyas”. Se trata entonces de crear un ambiente reasegurador,
de manera que el autista pueda asumir el riesgo de ejercitarse en una cesión
voluntaria y no mecánica de sus objetos pulsionales. Con un niño como Joey,
quien, cuando se sentaba en el inodoro, temía perder sus vísceras, o ser
tragado por el baño, el primer gesto del equipo de Bettelheim fue “animarlo a
hacerlo donde, cuando y como el quería”. Permitir al niño autista proceder a
una cesión precavida del objeto pulsional favorece la localización del goce
sobre un borde, haciendo así posible un tratamiento controlado del exceso de
goce. Al principio, el autista tiene necesidad de contactos no amenazantes: no
mirarlos, no tocarlos, no aproximarse demasiado, demandarle lo menos posible,
no “hacerle hacer”, dejarlo venir. Luego se trata de tomar apoyo sobre los
intereses del sujeto, y no sobre una concepción rígida de la “normalidad”.
En las
oportunidades en las que el autista ha asumido la decisión de acceder a unas
pérdidas sostenidas sobre el borde, se produce su vaciamiento (por reducción a
un elemento, por una reproducción menos engorrosa, por sustitución, etc.) Es
necesario un entorno benevolente que busque valorizar las capacidades del
sujeto. La evolución sobre el espectro del autismo sucede regularmente por una
caída de los primeros objetos autísticos y por una toma de distancia respecto
de los dobles, de modo que el vaciamiento del borde conduce a su reducción a un
interés específico. Esta lógica, escandida por pérdidas sucesivas, no responden
a la de un aumento de la información, sino a la del tratamiento del goce
mediante cortes. La orientación psicoanalítica incita a favorecer la construcción
del borde, y luego su vaciamiento.
Traducción :
Ana Cecilia González
Versión no corregida
por el autor
El autismo en la Institución – Confiar en el sujeto
El autismo en la Institución – Confiar en
el sujeto
Luisa Aragón
NEL-Guatemala
NEL-Guatemala
El sábado
2 de diciembre, nos reunimos a conversar sobre el tema “El autismo en la Institución – Confiar en el sujeto”. Sirviéndonos del dispositivo Webex, maestros
y terapeutas que trabajan con niños
autistas en Guatemala y México testimoniaron sobre su quehacer diario, “su docilidad y disposición” para generar las
condiciones necesarias para dejarse sorprender por lo que cada niño pueda mostrarles en su condición de sujeto.
Contamos con la intervención de Lizbeth
Ahumada, responsable de la NEL por parte del Observatorio de Autismo, quien con
su clara transmisión, resaltó el valioso trabajo que los educadores realizan en
las Instituciones donde se insertan. Lizbeth trajo a colación la importancia
que tiene para quien trabaja en una
Institución el poder desapegarse o despojarse de esas identificaciones
excesivas a los títulos que portan como educadores o terapeutas de educación
especial. Las exposiciones de los educadores: Sara Belén Martínez Maya, Lilia
Camacho Pérez, Luz de María Callen y Javier Ortiz, dan muestra de manera preciosa como cada uno
de ellos, desde su estilo ha podido sostener y reconocer la invención con que
cada sujeto autista ya cuenta.
El
niño lacaniano es un niño trabajador, un sujeto que porta un saber en el
intento de hacer un tratamiento de ese
goce que lo excede. La intervención de
los psicoanalistas permite resaltar la construcción y puntualización de los hallazgos
que ya los educadores han podido pesquisar sobre ese trabajo sin tregua que el
niño viene realizando. Finalmente, Lizbeth mencionó el valor de dejarnos enseñar por “esa suerte
de radar sensible a la angustia de cada niño” con la que cada educador nos
transmitió su experiencia en la Institución, posición ejemplar cuando hablamos del campo del sujeto.
En
este sentido y siguiendo la política de una verdadera batalla del autismo,
continuaremos propiciando espacios de interlocución y presencia en la cuidad.
Esperamos nuevos encuentros e intercambios para el 2018.
Dialogos abiertos: El autismo y la institucion escolar
Autismo:
Diálogos abiertos: El autismo y la institución escolar.
Conversación a
partir del libro: A cielo abierto, entrevistas. Mariana Otero (2013)
Nuestro
agradecimiento especial a Aurora Nava Olivares y Luisa Aragón por su
participación y las interesantes aportaciones que llevaron a cabo en la
conversación que compartimos el pasado 21 de octubre en la sede de la Nel-CdMx,
así como también a Paula del Cioppo y a todos los demás asistentes que con sus
comentarios enriquecen este espacio.
Luisa nos transmite de una manera muy coloquial, a
partir de su lectura del libro A cielo
abierto y de su trabajo con sujetos autistas, así como con el trabajo con maestros
en la sede de la Nel-Guatemala, cómo para el psicoanálisis de orientación
lacaniana es a partir del deseo del analista que se interviene. Esto implica
que el saber no está del lado del interviniente, sino del lado del niño. En el texto de A cielo abierto se marca una
diferencia entre educar e intervenir, así como también nos va llevando a
descubrir que en el psicoanálisis aplicado a las instituciones no se hace
psicoterapia o educación, no se hace una cura analítica en la institución, sino
un uso práctico del psicoanálisis. Como operador hay que tomar partido, esto da
cuenta de la importancia que tiene situar desde dónde el otro se ubica. Siendo entonces
que la transmisión de la posición de deseo es esencial. La transmisión de un
deseo. Maleval ha hablado de un forzamiento suave que está dirigido a poder llevar a cabo un
desplazamiento de ese encapsulamiento rígido, pero sin olvidar su función
protectora. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo hacernos partenaire de un
sujeto autista? ¿Qué tipo de lazo conviene establecer?
Aurora nos
compartió un video que presenta diferentes aristas del trabajo con Alan y sus
maestros en la escuela. Su encuentro se
da en su aula cuando cursaba el cuarto
grado de primaria y nos transmite cómo con
este niño se requería ir más allá de lo
que se esperaría de un aprendizaje curricular. El tratar de hacer vínculo con Alan fue
llevado a cabo de diferentes maneras, porque no podía estar quieto en un lugar
dentro del salón de clase y es a partir
de su deseo de realizar un cuadrado de foaming que coloca debajo de su silla, demarcando así su área de trabajo, lo que le
permite permanecer dentro del salón de clases. Nos
muestra en las imágenes cómo los diferentes maestros fueron ofreciendo a Alan
una serie de objetos que consideraban pudieran interesarle para poder trabajar
con él. Nos relata que los efectos que se van observando en el colegio se amplían a casa. Hay un cambio sorprende en
la madre de Alan por el cual se acerca a
Aurora queriendo saber qué estaba haciendo con él en la escuela, ya
que el niño había comenzado a llevar su
vaso de leche a calentar al microondas de manera autónoma.
En esta
conversación se hizo manifiesto el deseo decidido hacia el trabajo con sujetos
autistas, tanto en la práctica cotidiana dentro del aula escolar y en lo que
implica el psicoanálisis aplicado a las instituciones; compartiendo la pasión
por realizar una diferencia en el sufrimiento singular que se vivencia de
manera tan intensa en los sujetos autistas y que no les permite hacer lazo
social de la misma manera.
Martha Aguirre
Entrevista a Claudia Lijtinstens por Paula del Cioppo
Ecos de México D.F.: Entrevista a Claudia Lijtinstens, a propósito de la conferencia internacional “Lo que la práctica con el autismo nos enseña”, dictada en la NEL-México.
http://www.radiolacan.com/es/topic/1070/3#.Wfpxhc0kW_E.gmail
http://www.radiolacan.com/es/topic/1070/3#.Wfpxhc0kW_E.gmail
Reseña Seminario Europeo TEA
Informe
de participación
Por:
Marlon Cortés
Fueron tres días
intensos de trabajo, coordinados por FUNDACIÓN ATENCIÓN TEMPRANA, TEADIR –
ARAGÓN, TORREÓN Y PATINETE, a quienes se les agradece la invitación y la
acogida para participar en los tres días de trabajo. También participaron en
estas jornadas otras instituciones como:
ANTENNE 110, NONETTE, FUNDACIÓN MARTÍN EGGE, LA MANO EN LA OREJA, LE COURTIL,
UNIVERSIDAD DE RENNES, a quienes también se les agradece su generosidad para
compartir sus experiencias en los tiempos programados y en los no programados
(almuerzos, cenas, corredores, etc). Esta experiencia se puede compartir en cinco
niveles distintos:
1.
VISITA A LOS CENTROS.
Este primer punto fue posible,
gracias a la generosidad con el tiempo, por parte de las directoras del
Instituto Torreón, y Patinete. Ellas dos me hicieron una visita guiada con la
total disponibilidad para conversar sobre el trabajo allí.
Varios son los asuntos que puedo subrayar
de estas visitas:
-
Disposición del espacio para el
trabajo con niños autistas:
o
En Patinete, aulas
especializadas en algún asunto: tecnología, música, dibujo, teatro.
o
En Torreón, algunos salones
pequeños, y también un espacio como el de un parqueadero cubierto, dispuesto de
rincones para los niños, creados por el equipo de trabajo, y por los mismos
niños.
-
Relación con los padres: ¿cómo
construir transferencia con los padres? Es la pregunta central con varios
objetivos:
o
Que se construya transferencia
con el niño.
o
Que el trabajo que se hace en
la institución tenga eco en la manera como los padres se relacionan con el
niño.
o
Y si suceden esas dos cosas,
entonces se está haciendo lo posible para que el niño no salga de la
institución prematuramente.
-
Son Instituciones con geometría
y temporalidad flexible para ser la institución que la condición del niño
requiere (la dirección de la cura).
Reseña: APL-Arequipa. Autismo hoy.
Reseña
Autismo hoy.
Ecos y resonancias desde el Psicoanálisis Lacaniano
El 2 de
setiembre pasado, luego de venir trabajando en un espacio dedicado al estudio e
investigación de la clínica del Autismo en APL - Arequipa, nos dimos cita en
una mañan
a de trabajo titulada “Autismo hoy. Ecos y resonancias desde el
Psicoanálisis Lacaniano“, donde se presentaron elaboraciones a manera de un
producto que da cuenta del recorrido hecho hasta ese momento. Cada participante de este espacio pudo construir y
compartir entre nosotros y con otros, aquello que hizo más resonancia en él a
partir de los textos tomados de referencia, los testimonios de autistas, la
práctica clínica y la participación en las V Semana del Autismo en Bogotá.
El encuentro
de aquella mañana estuvo animada por la honestidad y singularidad puesta en los
trabajos de Calos Chávez, Carol Cornejo, Esteban Carpio, Kathia Álvarez,
Marlith Pachao y Soledad Álvarez que permitieron escucharnos y conversar sobre
diferentes cuestiones en relación al Autismo. Cuestiones puestas sobre la mesa
que posibilitaron interrogarnos y repensar el término Autismo y lo que nombra,
ver de qué sujeto hablamos cuando hablamos de autismo, hacer un tránsito desde
el “espectro” hacia la estructura autística y el abordaje que proponemos desde
la perspectiva psicoanalítica, donde además, los propios autistas y sus
testimonios fueron los protagonistas principales que guiaron y acompañaron
nuestros recorridos.
En la
actualidad estamos atravesando por un desdibujamiento de los límites de la
especificidad del autismo. Después del fracaso de intentar buscar las causas en
el factor genético, la contaminación ambiental o la falta de capacidades
parentales de los padres, el discurso de la ciencia, que se sostiene en la
apuesta por un real a ser descifrado a futuro con el progreso de su técnica, ha
propuesto un salto entre la etiología y el tratamiento, tendiendo el puente del
“Espectro Autista”, que le permite a su vez salvar la distancia entre la
indeterminación de su saber incluyéndolo dentro del “Trastorno del
neurodesarrollo”.
De esta
forma, la vaporosidad del concepto “Espectro autista” se propone como una categoría
continua, donde muchos han y pueden quedar englobados de un extremo a otro,
basándose en la observación de dos características que definirían el trastorno:
Déficits persistentes en comunicación social e interacción social y Patrones
repetitivos y restringidos de conductas, actividades e intereses. De este modo
el “Espectro Autista” ha terminado por engullir dentro de sí, múltiples estados
clínicos que la psiquiatría clásica había definido, como el de la esquizofrenia
infantil, proponiendo para todos una intervención que objetiviza al Sujeto.

En el autismo
está en juego el trastorno de la relación
con el Otro. Es un NO radical al Otro. Este rechazo sumerge al autista en
su mundo y a la vez lo defiende de él; lugar donde no es posible un
intercambio, un dar y recibir. ¿Y no es acaso que cada sujeto tiene una
relación particular con el Otro?
El
psicoanálisis de Freud y Lacan hace un aporte fundamental para la clínica que plantea
la noción de estructuras subjetivas las cuales determinan un funcionamiento del
psiquismo de un sujeto, las neurosis, las psicosis y las perversiones. Sin
embargo Jean-Claude Mavelal, va a tomar una cuarta estructura, la estructura
subjetiva autística a partir de tres características mayores: una retención
inicial de los objetos pulsionales, una estructuración del sujeto en el Otro de
los signos, y un aparataje del goce por el borde. Siendo a partir de estas
características que propondrá una “clasificación” discreta: Prekannerianos,
Kannerianos, Asperger y, de Alto nivel., que nos permite una mejor comprensión
de la condición autista y sus diferentes variaciones, tantas como autistas existan.
Es así que
desde la perspectiva psicoanalítica apelamos por la reivindicación de un
tratamiento de los autistas que no se salte su singularidad y que propone como
única vía a inventar, tomando en cuenta las variaciones singulares y esos
pequeños “detalles” en cada caso. El sujeto autista deberá fabricar un puente,
una salida, tarea en la cual debemos estar dispuestos a poder acompañarlo y
brindándole un espacio de construcción, sin atropellarlo, ni aplastarlo pero no
sin un “suave forzamiento”. Temple Grandin dirá: “las personas que más me han
ayudado siempre han sido las más creativas y las menos aferradas a las
convenciones”[1].
Este invento
que deberá ser fabricado a medida, servirá como solución particular y deberá
además incluir el resto. Con resto nos referimos a todo
aquello que se encuentra en el límite de la relación con el Otro, es decir sus
objetos, sus estereotipias, sus dobles[2]. Será solo por esta vía
que un sujeto autista podrá fabricarse una salida digna y donde sus elecciones
sean respetadas. Un sujeto capaz de tomar decisiones personales sobre su
vida, su profesión sus relaciones sociales. Un sujeto independiente y no
autónomo. Acérquense
respetuosamente, sin prejuicios y abiertos a aprender cosas nuevas y
encontraran un mundo que no hubieran podido imaginar”[3] – señala Jim Sinclair.
Esta es la batalla que libramos desde el
psicoanálisis, una batalla por la diversidad.
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