El autismo en la Institución – Confiar en el sujeto

                  El autismo en la Institución – Confiar en el sujeto
Luisa Aragón
NEL-Guatemala

La vida está hecha de encuentros memorables para todos los sujetos, no solamente para los sujetos autistas que en sus testimonios dan cuenta de cómo algunos encuentros han cambiado y marcado sus vidas.   Cerramos el ciclo 2017 de trabajo, marcado por buenos encuentros y  fuertes lazos transferenciales, que a partir del Observatorio de Políticas del Autismo de la FAPOL (Federación Americana  de Psicoanálisis de Orientación Lacaniana), nos han reunido desde diferentes países  a trabajar y compartir  el interés  de reconocer  los diversos y particulares modos de acción dirigidas al intercambio con otros saberes en torno al autismo.

El sábado 2 de diciembre, nos reunimos a conversar  sobre el tema “El autismo en la Institución – Confiar en el sujeto”.  Sirviéndonos del dispositivo Webex, maestros y terapeutas  que trabajan con niños autistas en Guatemala y México testimoniaron sobre su quehacer diario,  “su docilidad y disposición” para generar las condiciones necesarias para dejarse sorprender por lo que cada niño  pueda mostrarles en su condición de sujeto.

 Contamos con la intervención de Lizbeth Ahumada, responsable de la NEL por parte del Observatorio de Autismo, quien con su clara transmisión, resaltó el valioso trabajo que los educadores realizan en las Instituciones donde se insertan. Lizbeth trajo a colación la importancia que tiene  para quien trabaja en una Institución el poder desapegarse o despojarse de esas identificaciones excesivas a los títulos que portan como educadores o terapeutas de educación especial. Las exposiciones de los educadores: Sara Belén Martínez Maya, Lilia Camacho Pérez, Luz de María Callen y Javier Ortiz,  dan muestra de manera preciosa como cada uno de ellos, desde su estilo ha podido sostener y reconocer la invención con que cada sujeto autista ya cuenta.

El niño lacaniano es un niño trabajador, un sujeto que porta un saber en el intento de hacer un  tratamiento de ese goce que lo excede.  La intervención de los psicoanalistas permite resaltar la construcción y puntualización de los hallazgos que ya los educadores han podido pesquisar sobre ese trabajo sin tregua que el niño viene realizando. Finalmente, Lizbeth mencionó  el valor de dejarnos enseñar por “esa suerte de radar sensible a la angustia de cada niño” con la que cada educador nos transmitió su experiencia en la Institución, posición ejemplar  cuando hablamos del campo del sujeto.

En este sentido y siguiendo la política de una verdadera batalla del autismo, continuaremos propiciando espacios de interlocución y presencia en la cuidad. Esperamos nuevos encuentros e intercambios para  el 2018.


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