Ahumada,L: Sobre la situación de la atención a los sujetos llamados autistas, en Colombia.
Por: Lizbeth Ahumada
Es en el marco de
las Instituciones Educativas colombianas donde se ha evidenciado la numerosa
presencia de niños y jóvenes con autismo, lo que ciertamente ha conducido a una
verdadera crisis en la educación, testimoniada principalmente por los maestros que
dan cuenta del exceso en su tarea y de la errancia en su acción. Esta crisis se
ha visto redoblada por la exigencia de la ley de Educación Inclusiva promulgada
por el Estado hace un tiempo (ley que proclama el Derecho de todo niño a estar
en el sistema regular de educación). De otra parte, es en este ámbito donde se
ven concentradas las diversas acciones relativas a la problemática en términos
de la indagación por las condiciones particulares que favorezcan una inclusión
escolar y también se ha constituido en la plataforma desde la cual se formulan
diversas aunque confusas demandas: a los pediatras, a los neurólogos, a los
psicólogos, a los terapeutas; y sí, también a los psicoanalistas (Hace algunos
meses se produjo un hecho sin precedentes en nuestro país: La Corte
Constitucional de Colombia invitó a ocho psicoanalistas de la AMP a responder
un cuestionario para conocer su opinión respecto a la conveniencia de la
inclusión educativa -Ver en página de FAPOL: Observatorio sobre Políticas de
Autismo). Trabajar con los maestros escolares a propósito de sus inquietudes y
de los alcances de su labor pedagógica, ha sido decisivo. Varios de ellos han
encontrado en el psicoanálisis un modo de razonar su experiencia tanto en lo
personal como en lo educativo.
Es en la crisis
donde el psicoanalista encuentra su lugar y ésta no ha sido la excepción.
El intervalo que cubre el tiempo escolar, para muchos autistas y
sus familias, se ha convertido en el espacio necesario para las
conquistas subjetivas (no sin sobresaltos, no sin sorpresas, no sin
exigencias), entendidas frecuentemente como un resultado educativo. El límite
en la mayoría de casos es la culminación, si se da, de la escolaridad básica,
es la finalización del periodo entendido como productivo.
Sin embargo, a pesar
de todo pronóstico, algunos logran ir más allá y cruzar esta frontera estática
y espúrea. Llegan a la Universidad a estudiar una carrera profesional. Es en
este ámbito donde se encarna actualmente (paralelamente a la escuela) la
inquietud y la demanda de saber cómo acoger a las personas autistas, cómo poner
a su servicio el saber –estandarizado- del Otro: asistimos al
desplazamiento de la crisis de la escuela a la universidad. Y es sobre este
escenario de educación universitaria donde confluyen, para cualquiera, también
para los autistas, las preguntas por el ser de maneras más acuciantes: la
sexualidad, la relación con los otros, la inserción laboral, etc. Hacernos
cargo de la crisis a nivel del sujeto es a lo que estamos llamados, pero esto
implica también, poder hacer de la impotencia del Otro de la educación, una vía
posible para toparse con lo imposible y desde allí fundar el límite, no de la
edad, sino de la estructura, y tomar el vigor necesario para acompañar a aquel
que nos lleva la delantera en lo que a lo real imposible se refiere. Nicolás,
un joven de 25 años, me lo expresa así: “estudiar una carrera como las
matemáticas es solo continuar con mi forma de pensar, es fácil una maestría, un
doctorado; pero, entender a los otros, sus reacciones, y actuar
asertivamente en grupo sin perturbar, eso es lo que no he podido aprender”.
Intervención de Eric Laurent en el III Foro Internacional de autismo y política
Barcelona, 7 de abril del 2018
Traducido por Patricio Moreno Parra
Bien, este fórum coincide de manera extraordinaria con el
develamiento, ayer, en Francia, del cuarto plan de autismo que tuvo lugar entre
el jueves y viernes[1]. A la vez el primer ministro, Édouard Phillipe, y la
secretaria de Estado encargada de las personas con hándicap, la
señora Sophie Cluzel que tiene la misma función que la señora Molina[2], quien
nos dio el honor de estar aquí esta mañana. El presidente de la República y su
esposa, quien está muy interesada por la cuestión que concierne la acogida de
las personas con autismo hicieron una visita muy mediatizada a los nuevos
centros de diagnóstico hospitalario precoz.
Francia tendría 700.000 autistas, es decir alrededor del 1% de
la población, según las últimas cifras admitidas por la Corte de Censo y la
Inspección General de Asuntos Sociales. El cuarto plan reveló una tendencia de
la investigación que es ahora el de incluir, no solamente la extensión de los
trastornos del espectro autista, sino de incluirlos en los trastornos de
neurodesarrollo en general. Así, la prevalencia pasa de 1% de la población al
5% de la población. Hay entonces quienes se preocupan de esa extensión
constante de las afirmaciones de la investigación. Esos que dicen “¿cómo no
inquietarse ni quedarse perplejo ante esa enfermedad multiforme que va de una
sintomatología desde unas manifestaciones pasajeras a formas densas y sin
ninguna cura?”. Hay otros que encuentran que el problema es la solución en sí
misma. Los que dicen: “Es algo heterogéneo, pero ello se inscribe en un grupo
de enfermedades del neurodesarrollo mental que representan un conjunto de
manifestaciones muy grande, desde las dislexias ligeras hasta los autismos más
difíciles. Ya no hay necesidad de una unidad de descripción o de destino.”
Esa variedad, a la que nos enfrentamos como psicoanalistas, es
una manera para nosotros de tomar nota que hemos captado en común con los
comportamentalistas, que no nos pronunciamos sobre las causas, o sobre las
dificultades de articular la investigación con las proposiciones clínicas
concretas, las dificultades transrelacionales. Nosotros trabajamos a nuestro
nivel, no es el nivel del comportamiento, es aquel de la interacción. Como
psicoanalistas buscamos siempre los mejores medios de entrar en relación con el
sujeto con autismo, niños, adolescentes, adultos y sus padres. En esa
perspectiva, nos regocijamos con Claire Compagnon, militante de los derechos de
los enfermos, inspectora general de asuntos sociales, quien presidió la
instalación del cuarto plan, cuando establece que la idea maestra del plan es
la inclusión. Todo efecto para que pasemos de una lógica de relegación en los
establecimientos -diríamos una lógica segregativa- a una lógica inclusiva.
J.C. Maleval. Intervencion en III Foro Internacional- Autismo y política
Barcelona, abril 7 del 2018
Bueno, para contribuir al debate voy a intentar
indicar cómo el enfoque lacaniano puede permitir una aproximación más rigurosa
del espectro del autismo ahora que acabamos de recordar que resiste a la
evidencia científica.
No retrocedo al utilizar el término de “espectro autista” ya que me parece que
la hipótesis de la estructura autística permite esclarecerla y además le es
homogénea.
Los primeros psicoanalistas en hacer una hipótesis de la estructura autística
fueron los Lefort en los años 1990. Mi trabajo se inscribe en el prolongamiento
del de ellos. A partir de la cura de Marie
Françoise, despejaron múltiples características: la pregnancia del doble,
la no-asunción de lo especular, la ausencia de significante amo y del objeto a. Aunque comparto esa constatación, es
a una concepción algo diferente de la estructura autística a la que he llegado,
con tres pilares interdependientes:
-Primeramente, una retención inicial de los objetos pulsionales, sobre todo la
voz que hace obstáculo al enganche al Otro.
-Segundo, una entrada solitaria en el lenguaje que se opera a partir de
elementos aislados y no-diferenciados, es decir por el signo y no por el
significante.
-Tercero, el signo no puede producir una caída del objeto causa de deseo.
Y de ello resulta por qué el goce del autista está emparejado, no con un objeto
perdido como en la neurosis, ni por un objeto invasor como en la psicosis sino
por un borde, que para el autista es necesario conservar de él su dominio. Ese
borde puede tener tres encarnaciones: el objeto autístico, el doble y el
interés específico.
El primer punto en el cuadro clínico del autista: retención del objeto oral,
traducido por la frecuencia de los trastornos alimenticios; el objeto anal por
los trastornos de la defecación; también hay un acuerdo en considerar que la
evitación de la mirada constituye uno de los índices más precoces del autismo.
En cuanto a la retención de la voz, es manifiesta en los fenómenos de mutismo
dentro de los cuatro primeros años de vida
Dia internacional del autismo en NEL-LIMA
El sábado 7 de abril, como grupo de Autismo y
Psicoanálisis Lima, integrando el Observatorio de Autismo de la NEL sede Lima,
iniciamos la primera actividad del mes programada con motivo de la
celebración internacional del día del
autismo. Dirigiendo nuestra mirada a la adolescencia, escogimos el primer
capítulo de la serie Atypical de Netflix para conversar en esta oportunidad del
tema: “Es hora de hablar de la adolescencia”. Esta
sesión fue conducida por los integrantes del Grupo, Nayrovi Vásquez y Rafael
Vargas, los cuales presentaron sus comentarios sobre este capítulo brindando un
acercamiento a los retos que atraviesa un adolescente autista en comunicar,
entender y hacer lazo durante la adolescencia, tomando como escenario las
vivencias del personaje de Sam, quien empieza a sortear las demandas sociales motivado
por su deseo de relacionarse con chicas y enamorarse.
Ya en el conversatorio, se partió del análisis
de las características que posee la estructura autística y sus manifestaciones
en la adolescencia, desde la interpretación del mundo de manera literal, lo
cual dificulta su apertura a lo social y en algunos casos con una marcada
tendencia hacia la soledad; a la relación particular con los objetos de interés
que son medio de conexión con el mundo y con su cuerpo, y finalmente, a la
manera de protegerse y aislarse de los estímulos, teniendo su expresión en las
estereotipias, el rechazo de la voz y de la mirada, las ecolalias, que hacen
difícil la relación con el mundo.
Se puso atención sobre la manera en que los objetos
de interés de una persona autista pueden conllevar a que su conexión con el
mundo se amplíe, pues mediante ellos se tiene la oportunidad de promover un
nuevo tipo de lazo. Se abordó a su vez, en la relación con sus objetos de
interés, que el adolescente investiga,
recolecta datos, hace preguntas, mostrando señales de apertura para vincularse
con otros.
En este espacio se resaltó la importancia de
mantener el interés en esta etapa de vida del joven autista, tomando en cuenta que
es fundamental el abordaje de lo singular de su experiencia con relación a la
sexualidad y a las relaciones sociales. Esta realidad admite la necesidad de
contar con una aproximación en la que predomine la paciencia y el respeto de
los tiempos que marque el adolescente.
Este encuentro permitió a padres, jóvenes y
profesionales asistentes, expresar sus inquietudes e interrogarse sobre la
manera en que los adolescentes con una estructura autista hacen frente a la
vida, desarrollándose una dinámica participativa y entusiasta que recoge el
interés que existe por el autismo más allá de la infancia.
Grupo de Autismo y Psicoanálisis de Lima
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