Paradojas de las inclusiones en educación. Reseña de una conversación entre educadores y psicoanalistas

Paradojas de las inclusiones en educación. 

Reseña de una conversación entre educadores y psicoanalistas

Pilar del Carmen Santoyo Pereda

El pasado 5 de febrero se celebró desde la ciudad de Culiacán, Sinaloa, un encuentro virtual bajo el formato de conversación que llevó por título “Paradojas de las inclusiones en educación” al que no acompañó la psicoanalista Lizbeth Ahumada. Esta actividad se enmarca en un ciclo de conversatorios en el eje que denominamos Psicoanálisis -Educación, el cual, desde octubre del año pasado realizamos por iniciativa de la Cátedra Freudiana y Lacaniana Sinaloense algunos colegas que nos desempeñamos en instituciones de educación secundaria, el objetivo fundamental es poder acercar algo del discurso analítico a profesionales de la educación desde un dispositivo en el que se abordan diversos temas que condensan algunas problemáticas a las que se enfrentan en las escuelas, se les invita a que pasen a la escritura sus experiencias, interrogantes, casos paradigmáticos de estudiantes y a que tomen la palabra en cada uno de los espacios.

A los distintos encuentros nos han acompañado psicoanalistas de algunas de las escuelas de la AMP, asimismo, directores, supervisores escolares, profesores, maestros de educación especial y psicólogos de la localidad e interesados de diversos países, particularmente, en este conversatorio se sumó el equipo de la Mesa Técnica de la Secretaría de Educación de Educación Pública y Cultura del estado, quienes son los responsables de todas las iniciativas pedagógicas en elnivel de secundaria en Sinaloa por la relevancia que tiene el tema en nuestro contexto. Durante las participaciones recorrimos de la voz de una directora de escuela, un profesor de inglés y una maestra de apoyo de la unidad de educación especial, las experiencias, las dificultades, las tensiones, la sorpresa y los casos que representan un reto frente a la inclusión, cada uno a su estilo (se) expuso la forma que encontraron para hacer con ese resto de imposible en el ejercicio de educar, una de las preguntas centrales fue ¿qué lugar debe otorgarles la escuela a ciertos estudiantes que presentan condiciones que dificultan el lazo educativo?, la necesidad de capacitación adecuada para atenderlos apareció como primera respuesta por parte de la directora, de igual forma, el pasaje de la certeza de no poder hacer nada con algunos casos a la sorpresa frente al inesperado cambio de actitud del estudiante en la modalidad de educación a distancia comentado por el profesor de inglés, finalmente, el testimonio de la maestra de apoyo respecto de un caso considerado como “posible asperger”, dio cuenta de la relevancia de atender el detalle, valorar los rituales, las expresiones, el estilo de lazo más allá de los protocolos, pero también, dejó entrever el peso que para estos agentes tiene el diagnóstico en la atención que se brinda a los estudiantes.

De la intervención de Lizbeth destaco tres aspectos, de entrada, la necesidad de concebir a la inclusión como un imposible cuyo desconocimiento o negación se aprecia en la tensión entre las políticas que plantean sus leyes y los efectos de segregación que le son inherentes. Nos planteó que una lectura de la ley de inclusión puede hacerse de la mano de Lacan con su articulación entre el deseo y la ley, y como en el lugar de su entrecruzamiento puede darse de manera contingente un espacio para el sujeto.

Por otro lado, insistió en la imposibilidad de hacer existir “La inclusión”, lo que más bien se sostienen son actos, momentos, posiciones inclusivas que procuran a alguien la certeza de tener un lugar, que pueden ser intentos por alojar la rareza de cada uno, el estilo singular, por lo que el objetivo no debe ser borrar esa rareza o pretender uniformarla, sino más bien, mantener la tensión entre la rareza y la uniformidad como posibilidad para abrir un intervalo en el que se puede operar para cobijar un deseo.

También destaco la profunda sensibilidad con que Lizbeth orientó su intervención sobre los testimonios de los profesores, nos invitó a mantener la herida abierta frente a la pregunta de qué hacer respeto de algunos casos, situó la sorpresa como el índice de la división subjetiva que es útil para verificar que el saber no alcanza y que en su lugar se puede abrir el tiempo de la elaboración colectiva, asimismo, alertó sobre el cuidado que hay que tener al dirigir la mirada sobre los estudiantes desde el déficit ya que esta posición pone en el centro lo que cuenta para el Otro y no lo que cuenta para el sujeto, lo necesario de asumir una posición ética en la cual se vacíe el narcicismo, orientar la manera propia al servicio de la singularidad del otro, así como la necesidad de introducir otro tiempo para hacer institución de una manera distinta

La conversación abrió muchas más cuestiones, fue un espacio rico de circulación de otras experiencias e interrogantes, pero también el lugar propicio para reflexionar sobre las propias prácticas, las posiciones individuales y colectivas, así como visualizar vías posibles de intervención. La experiencia de trabajo que compartieron las colegas de Colombia fue un referente fundamental para nuestro contexto, tanto por las similitudes de las realidades vividas como por las maneras de hacerles frente, ahí dieron testimonio maestras convocadas por el psicoanálisis, con un empuje al trabajo para seguir dando lugar a la singularidad de sus estudiantes por encima de ciertos estándares que plantea la educación.

Por su parte Lizbeth situó lo necesario de crear espacios de elaboración de las experiencias de los profesionales, lo que lleva a pensar la inclusión en el nivel de las intervenciones de cada uno, desde la lógica del caso por caso y, en esa elaboración necesariamente colectiva, localizar los efectos de cada intervención, tal lógica de trabajo instalaría ese tiempo otro tan necesario en las escuelas.

Finalmente, retomo las palabras que Lizbeth me transmitió sobre el deseo que albergaba Judith Miller en torno a que a las nuevas generaciones se les hablara del inconsciente en los espacios escolares y cómo desde su contexto se trabajaba por sostener ese deseo, debo decir, que acercar algo del discurso analítico a los profesionales de la educación en el marco de estas conversaciones, es nuestro comienzo.

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